Al igual que las margaritas, súbitamente, iluminan de blanco y amarillo los prados, antes vacíos, con la llegada de la primavera; con la llegada de septiembre, mes de hermosas y suaves lluvias, el panorama cinematográfico se puebla de toda una gama de colores llamativos. Huyendo de las sequías veraniegas aparecen en la cartelera, adornando más que poblando, interesantes películas. Y esta que trato en este momento lo hace de una manera muy gráfica, al menos en la bella ciudad donostiarra, donde decenas de marquesinas lucen en sus laterales el cartel de “Primavera, Verano, Otoño, Invierno... y Primavera”.
Sólo la contemplación de este cartel vale por todo el metraje de otras muchas películas. Belleza y relajación es lo que nos promete sin lugar a dudas esta coproducción germano-surcoreana que nos contará una historia de carácter taoísta. Tenemos miedo ante tal coproducción ¿verdad? Sólo para raros como estos precríticos van a ver este tipo de marcianadas, ¿mejor apostar “seguro” y ver a Robert Redford secuestrado?
Vamos a ver si consigo aportar algunas cosas que nos dejen más tranquilos.
1: Esta película pasó el año pasado por el festival de Donosti y se llevó el premio del público. El premio del público, no de un jurado extraño sino de la gente de la calle que acudió al cine sin ni siquiera saber que iba a votar. De hecho, el que haya sido estrenada con cierta publicidad aquí se debe en gran parte a este hecho, en el que confían las distribuidoras todos los años.
2: Sí, es sur coreana, pero ya hemos comentado en esta página que las producciones de este país están teniendo un nivel aceptable y no son una rareza sin un duro. Además, por si alguien tiene dudas, ahí está la parte alemana que aportará dinero y solidez a la producción.
3: En la mayor base de datos de películas del mundo (www.imdb.com) esta película alcanza nada más y nada menos que la nota de 8,2 sobre 10.
Todas estas razones no son definitivas pero espero que puedan animar a alguien a acercarse al cine y jugar un poco con el riesgo.