Sé que Javier Rebollo seguramente no pretende ir por ahí. O a lo mejor sí. Pero da igual, es lo que le sale o lo que parece que le va a salir: ¡cine de caracoles!
Carmen Machi quizá también ayude a crear esa sensación y luego nos llevemos una sorpresa... pero ya con Yo también hemos tenido una buena dosis de cine españolito en la Sección Oficial. La mujer sin piano puede llevarnos a la sobredosis.
La primera dosis, de la mano de Pablo Pineda, me entró por el lado bueno gracias a un par de risas y a que eran, con retraso, mis primeros contactos con el Zinemaldi. Pero demasiada convención puede llevarme al hartazgo en tiempo record (garantizo que mi asistencia al Festival este año está siendo pírrica).
En fin. Reconozco que iré al pase con pocas esperanzas...