El cine francés atraviesa por una época de gracia. Las recientes nominaciones a los globos de oro lo corroboran, con oportunidades para la mejor película de habla no inglesa para Intocable y Amour de Haneke. En la casa de Ozon, por otro lado, dando fuerte en los festivales internacionales. Así que parece que The artist abrió el mercado a los grandes títulos galos de esta temporada, que no solo engatusan a críticos mas elitistas, si no a un publico ávido de cine de calidad a la vez que entretenido.
Centrándonos en este titulo, lo que más debe llamarnos la atención es que estamos ante un director y guionista muy notable: Jacques Audiard. El reconocimiento fuera de sus fronteras le llego con su magnifica y estremecedora Un profeta (nominada a los Oscar, ganadora de un Bafta, un Premio especial del jurado en Cannes y varios Cesar). Muchos ya le conocíamos por De latir, mi corazón se ha parado, que también recopiló varios premios fuera de Francia y, aunque no tan redonda como Un profeta, tenía muchos aspectos a destacar. Este realizador vuelve de nuevo con otro drama, su género por excelencia, pero con un contexto muy diferente de las anteriores. Dicha marco de hecho, es lo que hace que tenga ciertas reticencias para no regalarle la máxima nota de principio. Esta historia parece mucho mas convencional que su anterior obra, cuyo aparente trasfondo romántico y trágico me hace dudar en si caerá o no en empalagosismos o momentos demasiado vistos ya. Aun así, confió en que conseguirá insuflar ese aire triste y melancólico mezclado con un cierto aire de irrealidad que tan bien le funciona en sus películas.
Además este film goza de otros dos aspectos a tener en cuenta. El primero, la interpretación de Marion Cotillard. Esta mujer de ojos tristes no para de regalarnos grandes papeles. El segundo, la banda sonora de Alexandre Desplat a quien no hacen falta ya presentaciones y cuya música es como un personaje más en todos los films en los que trabaja.
Expectativas altas como no podía ser de otro modo para el nuevo trabajo de Audiard, aunque las tibias críticas que cosecho tras su paso por Cannes y su argumento principal hacen que vaya con ciertos temores al cine. Veremos.