Mucho he insistido el último año en reseñar que el cine rumano es uno de los cines más emergentes, incluso que está desbancando al cine oriental en los festivales de cine. Buena muestra de ello han sido los magníficos resultados conseguidos por, entre otras, 4 meses, 3 semanas y 2 días; Al Este de Bucarest; California Dreaming o The paper will be blue.
De hecho aprovecho este púlpito para aconsejar con fervor el cine rumano para todos aquellos que aún no se hayan animado.
Nos encontramos ante la ópera prima de su director, Tudor Giorgiu, un joven director nacido en Cluj de apenas 35 años. Pero sobre todo nos encontramos ante el nuevo guión de Razvan Radulescu, que ha firmado algunos de los guiones de las películas más exitosas del nuevo cine rumano como la mencionada The paper will be blue o una de mis favoritas, La muerte del Señor Lazarescu.
Lo interesante de este nuevo cine rumano está precisamente, no en una nueva temática, sino en un nuevo enfoque, muchas veces con un humor muy negro o con una clarividencia asombrosa, de temas que ya han sido tratados muchas veces en el cine. Está claro que lo novedoso en el Cine ya no viene de la mano del contenido. En línea con lo que ha estado haciendo y sigue haciendo en menor medida el cine nórdico. De hecho creo ver gran paralelismo entre esta película y Fucking Amal de Lukas Moodyson.
Un riesgo interesante y controlado y una buena manera de disfrutar del cine postÓscar.