Si lo grave es que me ha gustado, pero punto y se acabó. No puedo perdonar algunos movimientos de cámara tan sencillos como innecesarios, no puedo alejar de mi mente un final bastante rápido y fugaz que no digieres agusto en busca de más detalles, pero a pesar de todo esto me ha gustado. Por la historia supongo, película sin más que ha entrado en mis pensamientos.
Cruce de personajes hasta maneras de festín de la casualidad, que no ha conseguido que me encuentre agusto con el guión, aunque me he mantenido firme a la necesidad de conocer el avance y final de los acontecimientos. Bien es cierto que se podrían haber explotado más algunas escenas con el niño, y que Mark Ruffalo podría haber destacado en más matices de rostro.
Joaquin Phoenix muy bien, sin demasiado esfuerzo pero en su lugar. Pena de no haber visto más a Jennifer Connelly, como siempre pegadora en pantalla, y si hablamos del personaje de la moral, más bien lento, sin fuerza y algo vencido por la sensación de odio general que se muestra en contraposición. Una película para pulir y mucho, pero que he visto sin demasiado esfuerzo y bien. A veces pasa esto. Que le vamos a ahacer...