Crítica de la película Halloween por Iñaki Ortiz

A pesar de los esforzados y honorables intentos de mi compañero Beiger por sacar algo bueno de esta película, lo cierto es que se trata de otra más que sigue la estela de psicópatas asesinos con una pedrada de campeonato. En definitiva, un aburrimiento que no aporta absolutamente nada nuevo a lo que ya tenemos.

Esto es doblemente malo. Por un lado, simplemente no aporta nada nuevo al género, pero es que además, recordemos que se trata de un remake, y una vez más, no aporta nada sobre este. Simplemente se dedica a dejar las cosas más explicaditas, y de verdad que no entiendo muy bien para qué. La infancia, que en la anterior se resolvía enseguida, tiene aquí una importancia y un metraje mucho mayores. ¿Para qué? ¿Para descubrirnos algo nuevo sobre el personaje? En absoluto, es lo mismo pero, por torpeza, mucho más largo y sólo tiene una finalidad, rellenar metraje porque al menos es mínimamente entretenido y así la segunda parte no tiene que ser tan larga.

Es bastante gracioso ver los clichés del padrastro que insulta al crío, los matones de clase… en fin, una papilla que te mantiene distraído un buen rato y así no hay que sufir tanto con una interminable sucesión de escenas de muertes. Myers se dedica a matar a un montón de gente que nos da igual para terminar llegando al objetivo, que tampoco es que nos importe mucho más.

Todo ello dirigido por Rob Zombie de una manera convencionalísima, según la moda imperante. No hay el menor atisbo de chispa en ningún aspecto. Sólo sobresale Malcom McDowell, con una presencia y un carisma que contrasta con el resto de la película. También me quedo con el mítico Danny Trejo.

Es absurdo darle un tono tan serio y tan anticuado a la película, cuando este grandullón lo único que provoca es risa. Un aburrimiento que se me ha antojado largísimo.