Lo dice Sherlock en su precrítica: veremos cuánto hay de producto y cuánto de buen cine. Lamentáblemente yo estoy más por creer que, de la misma manera que The Blair witch project era un pestiño de película que nadie se ha molestado en volver a ver pero que dió la campanada a nivel de marketing, ésta película sólo es la misma nada con un marketing más de hoy en día. Además, las técnicas de marketing que utiliza tampoco son precisamente nuevas, y se parecen demasiado a lo que J.J. Abrahams hizo con Cloverfield. Nos sabemos de qué va el producto, y nos sabemos de qué va la campaña de marketing.
Dicho esto, la verdad es que Paranormal Activity es una película que me resulta interesante. Me apetece ver qué es capaz de hacer un director con una película en HD y unos recursos muy limitados. La historia del cine está llena de películas que han innovado en el cine por necesidad y han tenido que ingeniárselas para superar el obstáculo de la falta de presupuesto. No creo que de ninguna manera estemos ante una buena película, pero sí creo que puede aportar destellos de ingenio.
Sea como fuere, es uno de los fenómenos de taquilla del año y no puede faltar en la muestra de cine de terror que es la Semana de terror de San Sebastián. Habrá que ver para creer.