Recuerdo con gran desasosiego el visionado de Perros de paja de Sam Peckinpah. Algo en esa película te hacía sentirte verdaderamente incómodo, llegando al final a un estado de desazón y tensión sobrecogedoras. Peckinpah, más acostumbrado a sus westerns, consiguió con este drama mostrar tanto un velado retrato social como los sentimientos más oscuros e íntimos de los personajes.
Dicho esto, respiro hondo antes de declarar que esta nueva adaptación de la obra de literaria de Gordon Williams va a ser una bazofia en comparación con la original de 1971. Tomando las mismas referencias en el guión con alguna pequeña modificación, Rod Laurie, escribe y dirige este remake, que seguro que nos regalará escenas de violencia gratuita mucho menos sutiles que su antecesora y mucho más centrada en el efectismo de escenas desagradables de agresiones y furia descontrolada. No puedo afirmar sin embargo, que vaya a ser una cinta aburrida. Laurie sabe pillarle el punto a los films fáciles para consumir, sin atosigar al espectador con demasiados conflictos interiores, como bien ha podido demostrar con títulos como Candidata al poder o La ultima fortaleza.
Un reparto lleno de caras conocidas se convierte en un reclamo para los más jóvenes, que cuenta con James Marsden, Ciclope en X-Men, Alexander Skarsgard, el hermanito de True Blood, Dominic Purcell, otro hermanito en Prison Break y al mítico James Woods.
Complicado será que los que gozaron de la versión del 71 puedan apreciar lo más mínimo esta revisitación. Los que llegan vírgenes al título, podrán dejarse arrastrar por el batiburrillo de acción y violencia que seguro que aportará.