Explica Hypnos en su precrítica de
forma muy clara el valor que puede tener este documental como
síntesis seria de la terrible crisis que tenemos encima. Este punto
parece bastante claro, si queremos ver un interesante reportaje sobre
la crisis, con datos concretos y explicaciones objetivas, esta es una
buena ocasión.
Pero me pregunto si esta es una
buena oportunidad para acercarse a una sala de cine. Ya hay quien
resalta los valores cinematográficos de esta obra, que ha ganado,
por cierto, el Oscar a mejor documental. Sin embargo, sobre este
punto me muestro más escéptico, y me temo que me puedo encontrar
con una obra correcta y de buena factura, pero algo plana en cuanto a
narración y realización, una fría objetividad sin mayor valor que
su aporte intelectual (que no es poco). En ese caso, ¿por qué ir al cine y no verla en televisión, como otro interesante documental? ¿Sólo por la limitación de la distribución? Necesito más razones.
Pienso, por ejemplo, en Exit
Throught the Gift Shop, la película de Bansky, que además de
ofrecer un espacio para la reflexión sobre el arte y su negocio,
resultaba desde el punto de vista cinematográfico tan gratificante o
más que cualquier pura ficción.
Comentaba mi compañero Hypnos que esto
no es Michael Moore, lo cual es un alivio dado que el tema es
suficientemente complejo como para que las papillas Moore queden
fuera de lugar, pero en contrapartida, es posible que tampoco
tengamos el ritmo imparable y el humor de este director. Veremos lo
que nos ofrece Charles Ferguson, un director que se está
haciendo un nombre en la realización de documentales.
Matt Damon, que ahora está en todas partes, será el narrador.