Proveniente desde Sundance, Little Miss Sunshine se nos presenta como la típica road movie donde los personajes emprenden tanto un viaje físico como vital y donde, al final, espectadores y personajes habremos aprendido algo. En éste caso, los personajes pertenecen todos a una familia que, al parecer, pasa por problemas. En tono de comedia agridulce y con los signos típicos del cine independiente americano, asistiremos a una película fácil de ver y con la típica conclusión donde "nadie es perfecto pero afrontamos el futuro con esperanza".
Si la película se queda ahí, pienso ser implacable. Basta ya de road movies con el piloto automático y basta ya de provocar una y otra vez las mismas sensaciones en el espectador. Espero que ésta película haya triunfando en Sundance por algo más.