Tampoco me voy a ir por las ramas. Rob Zombie y su cine de terror tienen muy vana influencia en mí. Puedo recordar haber visionado su Casa de los mil cadáveres pero también recuerdo no tener ni la más mínima intención de acercarme a Los renegados del diablo. Con la primera al menos no me sentí estafado, con la segunda no me dejé estafar.
Si los mismos puristas del género aúllan en negativo sobre el cine de este hombre, es que algo huele a mediocridad por encima de todo. Ahora bien, si te estrenas en el mundillo del miedo, de esta edad milenaria, simplemente te sentirás mecido por una nueva sensación macabra y sangrienta.
En otro orden de cosas asegurar que seguro que sigue su línea de videoclip acelerado que le caracteriza. Una fórmula de ser cañero con sus seguidores y comercial con los que piquen por primera vez, pero por encima de todo, el ejemplo firme de en qué se ha convertido el cine de terror, el resto aunque nos quieran engañar es simplemente suspense, bueno o malo, pero suspense.