Cine de acción, de ritmo, de más acción, pero esta vez con misterio futurista, con un fin mayor, en esto se resume el tema fundamental de las últimas incorporaciones a las salas de las más publicitadas para el visionado exitoso y general. Si además, unimos a este espectáculo a el grande Nicolas Cage, que se va por el camino de atrás del cine grande gracias a sus últimos títulos (La búsqueda o The Wicker man), podemos tener todo lo necesario para un taquillazo pero mero entretenimiento a base de dinero.
Me recuerda a esa película tan eufóricamente anunciada y publicitada, reciente, con Denzel Washington con protagonista total, Déjà vu, mucho ruido y pocas nueces. Pasar ciertos minutos detrás de previsibles y desconcertantes momentos independientes del guión, alejados de los detalles de la novela de origen, sólo servirán para eso mismo, suficiente para los que lo busquen con ahinco, pero no todavía para mí. Así pues, la recomiendo, pero en su momento y lugar, con su grado de apetencia, la tengo en mi lista sin estar en negrita.