Si. Llega por fin a nuestras pantallas la segunda parte de Kill Bill. A los que disfrutamos hasta el éxtasis con la primera parte nos han hecho esperar varios meses para poder ver la segunda.
Lejos de acrecentar mis ganas de verla, han hecho que éstas decrezcan. Y es que inevitablemente he ido enterandome de muchas cosas que suceden en ésta segunda parte que no me han gustado nada.
Lo primero: en ésta peli hablan. Al parecer un despliegue de efectos y sonido de 1 hora 40 minutos es más de lo que la gente puede aguantar sin diálogos. Al parecer los chispeantes diálogos Tarantineros (tan imitados que cuando los hace parece una parodia de si mismo), aparecerán en ésta segunda parte. ¿Dejarán algo para aquellos que queremos más videoClips? Supongo que si, algo habrá. No se me cáen los anillos al decir que echaré de menos la combinación de musica molona + katana + chorretones de sangre, que me cautivó en la primera parte. Pero entiendo que Tarantino puede jorobar su carrera sólo parcialmente, así que su Remix de cine de serie B, western, acción china y japonesa debe terminar en algo mucho más intelectualoide y más remilgado. Sin fuerza. Sin agresividad. Sin vida.
Aun y todo sé que será totalmente superior a la mayoría de lo que podemos ver en cine, así que le voy a dar un cuatro.