Son dos los precríticos que puntúan esta película antes que yo e, indiscutiblemente, me uno al punto de vista de Hypnos. En un 90%, además. Vamos, salvo un par de detalles, en toda su totalidad.
Igual que él, creo que Mel Gibson se olvida de que los mayas, sí, siendo una civilazación cimentada sobre una expansión fuertemente agresiva y violenta, también alcanzaron ese alto grado de desarrollo apoyados en una compleja serie de aciertos y virtudes. Pero Gibson apenas sí apunta esbozos de esto en la llegada a la gran urbe; por lo demás, sólo le interesan esos mayas de mirada sibilina y dientes afilados. "Reduccionista", dice Hypnos. Pues sí.
Para colmo, por seguir con los errores de bulto, abusa de nuevo de la cámara lenta, haciendo que uno llegue a cansarse y consiguiendo que en secuencias donde podría funcionar, el recurso haya perdido ya todo el gas. Esto por no hablar del desagradable gusto personal que tiene por hacer que cada secuencia sea más violenta que la anterior y menos que la siguiente.
Me parece bien que Gibson tenga la osadía de mostrar sin reparos la violencia que un retrato serio requiere. Pero eso es una cosa, y otra hacer que una pantera muerda a su víctima en la cara y se la destroce, casi en primer plano; que un hombre caiga al vacío y que allí, en el "vacío", haya una cámara esperándole para mostrarlo lo más explícitamente posible; que le machaquen a uno la cabeza y que queden sus sesos al aire en primerísimo plano de detalle, con un chorrito de sangre salpicando y salpicando... En fin, que a Gibson le encanta el rol que fue adquiriendo desde Braveheart, poco a poco, y que alcanzó su cota más evidente con La pasión y ahí va a seguir, contento y orgulloso de que muchos se salgan del cine en sus películas. ¿Es gratuito? A partir de cierto límite, rotundamente SÍ.
Afortunadamente, la gente va conociendo a Gibson; en la sesión en que vi la película no se fue nadie aunque sí hubo algún murmullo de desaprobación; pero sobre todo hubo quedas risillas a partir de la enésima muestra de violencia autocomplaciente. Lo dicho, la gente ya le tiene bien catado.
Por lo demás, y a pesar de sus limitaciones, la película tiene fuerza y además resulta interesante. Construyéndose lentamente a partir de un mensaje más simple de lo que quiere dar a entender, la película crece con un buen ritmo y sabiendo moverse muy bien en su entorno animal, natural. Gibson enfatiza tanto en cada acción que, de manera intuitiva, de tanto en cuanto, nos acaba por ofrecer escenas realmente poderosas.
Es el caso de la escena en que el protagonista consigue evadir las arenas movedizas y emerge convertido en una suerte de hombre pantera, para terminar en esa voz en off, dando la espalda a cámara. Sin extenderme, son varias las escenas reseñables. No pocas, la verdad.
Al contrario que a Hypnos (aquí sí que no coincidimos), la banda sonora no me disgusta, ni mucho menos. Pero sí coincido en su referencia al final de la película: al igual que a él, me maravilla. La llegada de los españoles es un punto final para la película y un punto y aparte para su historia fabulosos.
Por cierto... ¿a nadie le recordó el primer plano de la película al primero de Apocalypse Now?