Documental claramente a favor de una temática complicada en el país, como la de la Memoria histórica, que pretenderá buscar a nuevos y satisfacer a los ya seguidores. Buen trabajo desde el punto de vista propagandístio por el momento del surgimiento pero también trabajo decente de muestra de lo sucedido como documental propiamente.
Su carácter político le va a llevar a perder tiempo en lo práctico y no ahondar en preciosismo. La presencia de Jorge Semprún, Marisa Paredes como narradora y demás personalidades agotará la paciencia de los neutros, pero no por ello perderemos de vista la información, y cierta, de hechos, que luego bien se podrán ver desde puntos de vista dispares. Así, la veo más como una obra de corte testimonial y dirigido que como un documental profundo, profundo. Eso sí, los testimonios sufridos de quienes sufrieron no se pueden politizar, y su crudeza llenará la cinta en esos momentos de silencio de espectador.