El director de la película es Patrice Chéreau, francés, y que con ésta completa diez largometrajes a sus espaldas, siendo un habitual de los festivales de cine más importantes. Sobre todo, de Cannes, donde ha participado tres veces, obteniendo en 1994 el Premio del Jurado por la que quizá sea su película más conocida y aplaudida, La reina Margot, interpretada por Isabelle Adjani, y en la que tenía un papel nuestro Miguel Bosé.
Otros títulos de Chéreau son El hombre herido, Intimacy o Su hermano, actor no muy conocido en España.
El director galo llegó a esta película tras abandonar, no sabemos si definitivamente, un proyecto en el que venía trabajando sobre la figura de Napoléon. Bien es cierto que personalmente me hubiese apetecido mucho más la visión que Chéreau podía aportar a Napoleón, que este ménage à trois que nos propone. De hecho, Chéreau brilló con luz propia en La reina Margot, en contraposición a su aplaudida, pero poco interesante en mi opinión, Intimacy, con la que ganó el Oso de Oro en Berlín.
¿Quiénes componer el triángulo? Los elegidos han sido Romain Duris, que además de un papelito en la delirantemene insoportable Dobermann se hizo famoso interpretando al personaje de Xavier en Una casa de locos, la película sobre el Erasmus. Además de esos papeles, sus primeros protagonistas fueron decepcionantes, Arsene Lupin por poner un ejemplo, y redimiéndose en De latir mi corazón se ha parado, que tendrá ocasión de verse en la Sección de la Contraola del Cine Francés en el Zinemaldi 2009.
Otro de los vértices ya me interesa más: Charlotte Gainsbourg. Además de actriz es cantante, hija de Serge Gainsbourg y de Jane Birkin, que está en la picota en la actualidad por su participación en Anticristo, de Lars Von Trier, que le reportó el premio a mejor actriz en Cannes 2009. Una actriz que se está proyectando a la vista de su participación en proyectos realmente interesantes. Sin ir más lejos, estuvo en I'm not there, ¡inédita en España! y estará en lo próximo de Alfonso Cuarón, A boy and his shoe. Su presencia inquietante y su capacidad para atraer y repeler hace que el triángulo gane enteros.
El tercero en discordia es Jean Hugues Anglade, que repite con Chéreau tras El hombre herido y La reina Margot.
Siempre apetece ver una película rodada por un francés sobre una relación triangular, pero a veces cansa cuando uno atisba poco más que algo de atmósfera. No me creo la apuesta y espero un guión que va a lastrar todos los aciertos de fotografía y dirección.