Crítica de la película A Roma con amor por Iñaki Ortiz

Woody Allen no nos ha descubierto nada con esta película. De hecho, este formato de pequeñas historias de humor disparatado ya lo había usado con una de sus obras maestras, Desmontando a Harry. Ha juntado cuatro historias inconexas sobre Roma y el amor, como si fuera una de esas películas de episodios herederas de Paris je t'aime pero encargándose él mismo de las cuatro partes. Al fin y al cabo, ya participó muchos años antes en algo parecido con Historias de Nueva York, y también entonces usó un pequeño argumento absurdo y sin desarrollo (fue la mejor de las tres, por cierto). Ni siquiera el contenido de las historias es nuevo, nos lo ha contado ya muchas veces de mil maneras. ¿Entonces qué? ¿Que se jubile? ¡Ni pensarlo!

Visto o no, nuevo o viejo, lo cierto es que he soltado unas buenas carcajadas. Porque no me canso de ese miedo a la muerte absolutamente neurótico, puro Allen; porque me gusta cómo se ríe de los fingidos intelectuales con esa garbosa Ellen Page. Disfruto con el gag de la ducha, retierativo, sí, pero en cada paso llevado más lejos en el humor más absurdo, ese mismo humor de sus primeras películas, de Toma el dinero y corre. Porque la historia de los paparazzi no sólo es divertida, es también una disección cínica y asombrosamente precisa del fenómeno estúpido de los famosos sin mérito. Del fenómeno y de la forma de vivirlo. Lástima que crea necesario explicar abiertamente algunas cuestiones. Roberto Begnini está en su salsa, crecidísimo.

Quizá la historia de la pareja de italianos que viaja a Roma es la más floja, aunque termina con una desternillante situación de enredo increíble, que recuerda a situaciones tan insospechadas como la de la introducción de su Días de radio, con los ladrones contestando al teléfono. El resto de la historia es menos interesante y, a mi entender, no cuela el italiano de Penélope Cruz.

Me valen estos cuentecitos divertidos que el viejo director nos regala a su edad. Una jornada de risas en estos tiempos no es poco cosa. Por lo demás, como es natural, muy menor en su filmografía.