Pero qué bien huele ya desde lejos. El director alemán Oliver Hirschbiegel, de quien puedo opinar positivamente por su serio trabajo en El hundimiento, llega a San Sebastián con otra biografía, esta vez la de un colectivo. La ausencia del morbo y el gran retrato personal que realizó tanto de la figura de Adolf Hitler como sobretodo del contexto histórico de la segunda gran guerra merecen mi reconocimiento. Poco espectacular, austero y cotidiano en sus maneras de retratar tanto al hombre como a su medio.
Además, Hirschbielger ya ha debutado en el cine de hollywood con la película Invasión. Ya ha trabajado con animales mediáticos como Nicole Kidman o Daniel Craig. Por eso, el tándem que formará con el irlandés Liam Neeson será un aspecto que refuerze la calidad de la cinta. A Neeson, por su parte, le veremos por partida doble en el Zinemaldi ya que es el protagonista del nuevo trabajo del armenio Egoyan, Chloe. Dos buenos trabajos seguramente.
Además de su director y actor principal, esta cinta británica cuenta con un reparto de actores con trabajos en películas destacadas por su calidad cinematográfica. James Nesbitt (Scoop o Bloody Sunday) y Anamaria Marinca (4 meses, 3 semanas, 2 días) enriquecerán una calidad de interpretación importante con un rostro anónimo para algunos.
Parece que desde The Boxer de Jim Sheridan, las películas que nos acercaban al conflicto irlandés han ido separandose del estilo más convencional de hacer cine relacionado con el drama irlandés y ya no nos parecen todas iguales. Es más, creo que son recibidas de otra manera por el público. Prueba de ello son Bloody Sunday,50 hombres muertos o Hunger, con gran capacidad de impacto, efectivas pero más contemporáneas.
Apetece verla por el ambiente en el que se rodea. Pero sobretodo porque puede aportar mucho a la evolución del cine con esta temática que se va haciendo un hueco y que no pasa de moda.