Estamos ante otra comedia española sacada de la fábrica televisiva, que utilizando un gag tras otro, completará una película ligera y para pasar el rato. Está visto que a la hora de ponerse a producir cine en España, el asunto está en no arriesgar demasiado y hacer este tipo de cintas como rosquillas.
El director, Nacho G. Velilla, estrena por primera vez en la pantalla grande. Viene de dirigir series de televisión como Aída, 7 vidas y Gominolas, y en estas dos últimas, también ha trabajado como guionista. Pero así como Tomás Fernández (sacado de 7 vidas también), en La Torre de Suso eligió además del humor, un trasfondo que tocaba mas temas sociales, parece que Velilla se va a decantar mas por el sexo, los gays y la cocina moderna. Vamos, que a lo fácil para sacar la risa impulsiva.
Javier Cámara encabezará el reparto. Un buen actor, al que prefiero en su lado menos cómico como en Hable con ella, La vida secreta de las palabras o Alatriste, pero al que hay que reconocer que es capaz de hacer reír con una sola mueca.
A su lado, Lola Dueñas (Lo que sé de Lola), Chus Lampreave (Volver) o Fernando Tejero (El club de los suicidas), al que sin una frase soez en la boca ya no hay quien lo reconozca.
Chistes fáciles y situaciones rocambolescas, que harán las delicias de aquel que no quiera mas que pasar un rato entretenido. Yo me aburro de ver tanto cine igual.