Crítica de la película La pasión de Cristo por Iñaki Ortiz

Menuda paliza


1/5
03/04/2004

Crítica de La pasión de Cristo
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Comienza la película interesante, potente, con ese terror en la cara de Jesús. ¡Bien! Puede ser una película con emociones... interesante, podré mantener mis cuatro estrellas de la pre con dignidad. A medida que avanza la película, descubro que el montaje es pobre, la fotografía es de baratillo, la ambientación deja mucho que desear, el único clima que nos ofrece en la película es el del comienzo en el huerto. Y lo peor de todo, la banda sonora resulta ser de lo más vulgar, casi hecha por un autómata no muy bien entrenado.

Pero todo esto sólo me hacía restar una estrella y dejarlas en tres. Porque yo había ido a ver una película entretenida, con emociones, con momentos comerciales de esos que todos podemos entender. Nada más, no esperaba más, recordemos que me había encomendado a Mel, tampoco podía esperar más. Incluso no me importaba que los romanos tuvieran un latín con marcadísimo acento italiano (de hecho parecen italianos), y simplemente me chirriaba un poco que los cambios que se habían hecho del texto sagrado habían sido a peor, cosa que no entiendo.

Entonces llegan los latigazos, que por cierto me parece de lo más desagradable de toda la película, quizá porque ahí mi sensibilidad toco fondo para el resto de la película. Pero tampoco es lo terrible que la violencia fuera totalmente excesiva y prescindible. No, lo terrible fue tener que aguantar que los latigazos fueran larguísimos, por delante y por detrás, porque para Mel, si le den latigazos por ambos lados, la tragedia es doble. Lo terrible fue tener que aguantar más de veinte minutos (de reloj) de un Jesús hecho trizas avanzando con la cruz a cuestas cayéndose y levantándose n veces. Porque para Mel, si se cae n veces, la tragedia es n veces mayor. Y no por lo desagradable, que también, sino simplemente porque era aburridissssísssimo, ¡elipsis!!!!

En resumen, la manera de Mel de explicarnos lo bueno que fue Jesús y la importancia que tiene es convencernos de que le dieron una paliza como a ningún otro en el mundo. Desde el principio que le dan a gusto, el de Nazaret recibe todo tipo de golpes, latigazos, desgarros, clavadas, etc. Que dejan de causar impresión cuando ya te ha saturado. Y la crucifixión te parece un programa de Bricomanía. Y cada vez que se cae dices ¡otra vez no! Ya lo he visto varias veces.

¿Y a la iglesia le gusta esto? A mi no me ha llegado que Jesucristo fuera un salvador o siquiera un gran hombre. Eso sí, como aguantaba el tío. Que machote. Ah, y no olvidemos que resucita, un final digno de Swarzenegger porque así lo ve Mel, en su infinita sensibilidad. Luego comprendí porque a la iglesia le gusta la película, cuando una chica me entregaba un folleto religioso de contenidos aptos sólo para noches de borrachera. A la iglesia le gusta porque llega a las mentes más fáciles. Viva la martirización.


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