Crítica de la película Kiss kiss, bang bang por Iñaki Ortiz

Ha decidido darlo todo. Criticar su propia película sobre la marcha parando la película y hacer referencias continuamente a que estamos viendo una película. Procurar no privarse de sacarnos de la trama a la vez que quiere mantenernos en ella con un ritmo constante y giros continuados.

Su estilo es claro: plantear una situación / momento / escena habitual en el cine comercial moderno (y no tan moderno), y resolverla de manera distinta. A veces exagerando incluso esta fórmula. Después destriparnos la película, explicarnos lo que ha pasado y lo que va a pasar, y aun así hacer interesante la película.

Por suerte o por desgracia la película no pierde el concepto comercial. Por suerte porque sino no tendría sentido completo su planteamiento y porque podemos disfrutar de una buena película comercial. Por desgracia porque eso le lleva a moverse dentro de un camino limitado (tiene que poner final feliz aunque lo justifique brillantemente), y necesita explicar claramente los guiños internos y externos de la película, como el de las dos historias relacionadas, porque sino el público de la última fila que ha venido a entretenerse un rato mientras se pone tibio de palomitas no se enteraría del todo. Y también porque no quiere tenerlo todo agarrado, te lo explica con claridad, a voz en alto, como mofándose de que te lo está explicando tan claramente como se hace en Hollywood.

En cuanto a los actores, Robert D. J. está eficazmente histriónico. Val Kilmer no llega a ser un gay de verdad. Cuando se besan resulta un tanto ridículo. En todo caso, todos los chistes de homosexualidad vienen con diez años de retraso. Mal por ahí.

La trama bien llevada. Complicándose (a la manera que nos habían anunciado) y simplificándose al final, quitando hierro al asunto de la hermana. Realmente se ha suicidado, y tiene sentido y no resta dramatismo. Me gusta.

En cuanto a los finales, mira que dice que no va a haber varios finales como en “El retorno del rey”… pero son más entretenidos. El final venganza al viejo (postcomentado brillantemente) no está mal como broche final. Aunque el auténtico broche viene con el protagonista ante la cámara pidiendo que nos quedemos a los créditos y diciendo que el ayudante del jefe es el sobrino de no sé quien… ¿será verdad? Creo que se refiere a “Marco Black”.

Una buena sesión de cine comercial del bueno.


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