Espero que Darren no se nos arrugue y tenga los santísimos de presentarnos una historia absolutamente pretenciosa sobre pitos y flautas, dimes y diretes relacionados con el quienessomosdedondevenimosadondevamos, pregunta central de la metafísica, esa disciplina que sólo puede ofrecer respuestas pretenciosas a preguntas que, en general, casi nadie se hace...
Inevitable nombrar 2001: Odisea en el espacio del ultrapretencioso Kubrick, que intentó aleccionarnos en varias de sus películas. Me gusta pensar que The Fountain será tan pretenciosa o más que su predecesora, pero me gusta mucho más pensar que intentará ser tan buena como aquella lo es. Y digo lo de "intentará" porque, lo consiga o no, el mayor miedo que tengo es el que ya he expresado arriba: tengo miedo a que se arrugue.
Si no tengo que verla varias veces para entenderla, no me quedaré contento.