La falta de ideas originales llega también al cine de animación. A modo de spin-off, la Dreamworks nos rescata el personaje de El gato con botas que aparecía en Shrek 2, una secuela que mantuvo dignamente el peso de la primera parte. No se cuanto del cuento popular europeo quedará en esta versión animada, pero lo que seguro que encontraremos será mucho marketing promovido para hacer de un simple gato todo un héroe.
Dirige Chris Miller, que se estrenó detrás de la cámara con Shrek Tercero. El elenco de guionistas es una curiosa mezcla de cabezas pensantes de secuelas de American Pie y Pirados por la nieve, todo un ejemplo de poca originalidad pero excesivo gamberrismo. Y en la voces, claro que en la versión americana, tenemos nombres como Salma Hayek, Zach Galifianakis, Billy Bob Thorton, Guillermo del Toro (si, el director) y como no, Antonio Banderas prestando su voz de nuevo al felino protagonista.
En definitiva, un producto divertido, que como en Shrek contendrá ciertos gags solo para adultos, algo que no impedirá que los más pequeños disfruten de una historia decente, aunque poco innovadora. La calidad de la animación, correcta, dónde alucinaremos con los pelos de los animales, pero a la que le faltará ese realismo tridimensionado sin 3D de Rango.
Correcta para ser el producto preferido familiar de esta Navidad.