Parece una película sobre la tristeza, desde la lucha, la integridad y lo incomprensible pero cierto de las guerras civiles, mucho más impactante desde la juventud prometedora de un par de hermanos que pelean con honor.
Me espero una Irlanda de los años 20 fría y triste, con empuje a base de silencios, y de diálogos firmes pero sensibles. Un drama en toda regla que no va a dejarnos escapar de la batalla desde todos los puntos de vista. Supongo que la reflexión, cuando hay que tomar una decisión fea, será en lo que se centre un director de mirada interna con un toque melancólico en sus películas.
Para disfrutar con un grado de especación enfocado hacia la reflexión de unos personajes, y no tanto a la acción directa. Al fin y al cabo, nos enfrentamos a un choque de decisiones desafortunadas, no a un choque de balas, que también.