¿Cuál es la esencia del cine de Kim
Ki-duk? En una primera respuesta podríamos hablar de
surrealismo, de simbolismo, de historias con un desarrollo atípico,
donde el hilo principal de la trama es algo secundario, al servicio
de aquello que subyace.
Si es así, esta película cumple
perfectamente con lo que se podría esperar de una película del
director. Y sin embargo, y aunque siento bastante aprecio por su
filmografía, en este caso me siento inmensamente decepcionado. ¿Por
qué? ¿Es el cine que conocemos de Kim Ki-duk algo más que esto y
ese algo no está aquí? ¿Falta algún componente esencial? La única
respuesta que puedo dar es afirmativa. La poesía visual, la estética
preciosista e incluso una lírica banda sonora, todo eso a lo que nos
tiene acostumbrados es un elemento indispensable que convierte sus
propuestas simbólicas en artefactos con sentido completo, lo que
engrasa ese surrealismo y acaba convirtiendo el todo, el conjunto, en
una obra que funciona. Pienso por ejemplo en la escena en la que la
chica lanza piedras a su alrededor, que resulta anodina, y la comparo
con el exquisito -y muy onírico- momento de Hierro 3 en el
que se lanzan las pelotas de golf. Conceptualmente similar pero con
un resultado incomparable.
Resumiendo, que su letra no funciona
sin la música, su planteamiento se queda cojo sin el debido aporte
audiovisual. Y alguno podrá hablar de cambio, de un nuevo cineasta
más transgresor después de su catarsis en Arirang.
Sinceramente, no veo un experimento real, o una obra radical -algo
como pudo ser en su momento Los idiotas de von Trier, por
poner un ejemplo. A riesgo de resultar simplista, lo que veo es una
vacaciones por Europa con esta chica en las que han invertido una
mínima parte de su tiempo de ocio en grabar esta pequeña historia.
Se agradece que al menos haya sido consecuente y haya llevado su
propuesta hasta el extremo, dejando todo el material sin cuidar lo
más mínimo. Pero queda claro que todo lo que se ve en la película
responde únicamente a las necesidades vacacionales de la pareja, y a
sus limitaciones. Una simpática curiosidad que puede enseñar a sus
amigos, pero que sería absurdo tener en cuenta como parte de su
filmografía. Eso sí, a mí personalmente me ha servido para
confirmar cuál es la esencia del director, qué es superfluo y qué
no lo es.