Veo extrañamente esperanzado a mi compañero Beiger con esta segunda parte del bodrio Misión Imposible 2. Porque sí, me niego a aceptar esa bazofia como secuela, en su momento, de la trepidante cinta que firmase Brian de Palma.
Repito, que me han sorprendido las ligeras cuatro estrellas que Beiger le ha soltado a esta Misión Pestiño 2. Yo no puedo ser optimista por ningún lado. Para empezar porque no conozco ningún trabajo anterior del director del invento (que, según parece, es el único aspecto al que se agarra Beiger para justificar su pre-benevolencia). Y segundo, porque esto pinta a nuevo producto producido por Cruise y orquestado tal y como Cruise ordena. Es decir, Misión Insufrible 2. La primera era como era y esta será, simple y llanamente, la misma mierda: Dieciseis mil planos por segundo, música guitarrera y chaflis Ray Ban. Qué poca clase.
Así que como los espías que escuchan ecos de pasos en calles centroeuropeas, las espectaculares y complejas emboscadas en embajadas y las grandes escenas de puro suspense ya quedaron atrás (la pena es que para De Palma parece que también quedaron atrás...), me limito a esperar otra basura como la de M:I 2. Así que... que le den por culo.