Presente este año tanto en la Semana de terror de San Sebastián como en el Festival de Sitges, Monster se presenta como una de las revelaciones de este año. Rodada en el Reino Unido con un presupuesto muy ajustado - por desgracia, otra de las tendencias más que comprensibles de los tiempos que corren -que sabe sacarle todo el partido del mundo. Y es que Gareth Edwards, una vez más, es un joven realizador que viene del mundo de la televisión. Televisión y bajos presupuestos, dos de las tendencias del cine del 2010, esta vez conjugándose para traernos ciencia ficción de efectos especiales.
Por supuesto, uno puede protegerse de la posible decepción, y darle una puntuación baja, esperando encontrarse ante otro Paranormal Activity. Pero no creo que sea este el caso. Primero porque el presupuesto es ajustado, pero no tanto como en aquella. Y, segundo, porque no es el objetivo de ésta ser pequeña, sino todo lo contrario - lo que pasa es que cuando no hay pasta no hay pasta -. Si se piensa, todas las películas de bajo presupuesto que han acabado siendo películas de culto, no buscaban ser películas de bajo presupuesto, lo que pasa es que tuvieron que ingeniárselas para contar lo que querían con poco dinero.
Creo que estamos ante eso, ante una película carga de ingenio que nos sorprenderá y con la que nos costará creernos lo que ha costado.
Sin riesgo no hay gloria.