La película Mamut parece que tiene por encima de ella misma una losa, una enorme compuesta por su director, Lukas Moodysson, el extraño y joven talento sueco, (Fucking amal, Container, A hole in my heart...), por cierto uno de sus productores, Lars Von Trier. Como si ambos estilos fueran de la mano, se ha tratado de vender con esos nombres para este producto que se reza oraciones ya requetemanidas.
Esperando que la sorpresa de la realización al menos nos anime un poco, espero un cuadro de receta ya usada, con actores que darán la talla, Gael García Bernal (Los límites del control) y Michelle Williams (Shutter island), pero un conjunto pobre y "ahondador" en lo mismo, la derrota de una sociedad lejana y distante. Los amantes de la tristeza en pantalla o de las ideas aclaratorias que se acerquen a disfrutar, pero el espectador, que necesite que le estimulen con más rizo de rizo sin lo comercial, es probable que se vaya a casa con vacío sabor de boca. Reconociendo la dificultad de hacer cine potente y agradable visualmente tocando encima temas clave, uno no puede por menos que desconfiar de una oferta de envoltorio conocido.
Al menos, si resulta decepcionante como creo, espero que no pase la barrera y encima sea aburrida. Buenas intenciones para una película por encima de la media pero por poco, y el caso es que las contrincantes son bien malas, que por pretenciosa se va a caer en el olvido de un error obvio. Tratar de ser original con algo que ya se ha hecho, y si no pasen y vean.