Kevin Costner y Joan Allen juntos. Esto da mucho que pensar ante esta película que me parece se va a hundir en la intención de colarnos una historia de superación matrimonial como si el mejor de los romances de Costner se tratara. No les veo en pantalla ni de broma, él como vecino piadoso y ella con el “mensaje en la botella”, y para más regocijo una retahíla de niñas monas como hijas con el director pululando como actor por el medio.
Este tipo de dramas no se pueden adornar con pinceladas, se hacen a lo grande o mueren intentando explicar por qué nacieron en realidad, y desde luego el toque amargo de Allen chocará con lo meloso de Costner interrumpido por el protagonismo de las niñas fuera de lugar.
Solo pido una dosis de primeros planos de Costner en su justa medida.