Sin ser una película exquisita, interesante hasta cierto punto y llena de sencillez en sus conceptos, me ha resultado amena y con un ritmo fácil y ágil hasta el punto de concluir que me ha gustado.
Es cierto que ayuda mucho la idea de ver al señor Morgan Freeman lejos de imágenes como las de Million dollar baby o Batman Begins, aunque coquetea con este tipo de comedias tranquilas como ya veremos de nuevo en la futura Sigo como Dios, y que hasta apetece ver como reacciona la señorita Paz Vega, a buen nivel, ante la segunda entrada importante de la gran industria, pero más allá, me ha gustado por la practicidad de los diálogos, directa y sencilla, sin olvidar al público, pero sin olvidarse del tono de toque de ingenuidad que necesitan los personajes para contagiar a los ojos que los miran.
Busca poco, pero lo busca bien, sin exagerar, tan sólo en chistes visuales que no se pasan de la raya ni en cantidad como en minutaje, y a partir de ahí se transforma en una comedia nueva, distinta, que se prueba a sí misma siguiendo la misma dinámica y consigiendo no cansar. Dentro de la comedia, un apluso, sin lindezas pero linda.