En American Beauty hay una escena en la que mientras el viento se lleva una bolsa de plástico, el protagonista afirma: "a veces hay tanta belleza en el mundo que no lo puedo soportar". En Padre de familia, la serie de dibujos de la Fox, parodiaban la escena poniendo al final a una persona que salía de un balcón y decía: "¡Qué sólo es una bolsa, coño!".
Creo que ésta anécdota resume bastante bien el problema que tienen para mí éste tipo de películas. Promete ser una buena mezcla de narrativa caótica y humor negro para generar una especie de versión dramática de Amelie. La ambigüedad de un mundo mágico, fotografía colorista y potente y una banda sonora llena de melancolía serán los mecanismos a utilizar para que el espectador salga de la sala con la sensación de haber perdido algo que nunca tuvo. Por todo esto, espero no acabar gritando: "¡Qué sólo es una bolsa, coño!".
Pero supongo que es una película que no hay que perderse. Estamos ante una coproducción entre Israel y Francia, premiada con la Cámara de Oro en el Festival de Cannes y con quince nominaciones a los Premios de la Academia del Cine Israelí. Es la opera prima de Shira Geffen cuya protagonista, Sarah Adler, hemos podido ver recientemente en Maria Antonineta como la Condesa de Artois. Dentro del festival de San Sebastián la encontramos en la categoría de Perlas de otros festivales.