El cine latinoamericano se atreve con todo tipo de géneros, pero lo hace siempre sin olvidar sus raíces. Su memoria histórica, política y cultural se deja notar en todos y cada uno de sus fotogramas. Por eso no es de extrañar que esta película utilice la ciencia ficción para hablarnos de temas sociales. Lo cierto es que siempre ha sido un género muy dado a las segundas lecturas. La historia de Sleep Dealer nos traslada a las fronteras de un futuro cercano, una realidad distópica en la que las nuevas tecnologías juegan un papel clave en las relaciones personales. Ni que decir tiene que llevar una premisa de este tipo a buen puerto requiere de un presupuesto que pocos pueden permitirse. Su creador ha tardado nada menos que diez años en llevar su visión a la gran pantalla.
Se trata del primer largometraje del mejicano Alex Rivera, que se la ha jugado con una opera prima francamente valiente por lo personal. Los protagonistas del film son Jacob Vargas, Luis Fernando Peña y Leonor Varela, todos ellos actores jóvenes pero con una interesante carrera profesional a sus espaldas. La película viene precedida por una buena acogida en un puñado de certámenes importantes. Sin ir más lejos, Sundance ya la ha coronado como una de las sensaciones indies del año. En resumidas cuentas, Sleep Dealer es un film atrevido que no tiene miedo a mirar a la cara a otras producciones fantásticas de la temporada. Sencillamente, la propuesta de Rivera juega en otra liga. Como no podía ser de otro modo, su ciencia ficción social es ante todo una fórmula reivindicativa.