En la sección oficial del festival de San Sebastián participa la nueva película de John Sayles, Honneydriper, una historia ambientada en la Alabama rural de 1950, con mucha música.
John Sayles es un viejo conocido del festival. En 1997 ganó varios premios, entre ellos el FIPRESCI por Hombres Armados. Hace unos años volvió a participar, con menos suerte, con la película Silver City.
Sayles es un veterano director independiente cuyo máximo logro podría ser, posiblemente, la película Lone Star. Sayles ha participado en Cannes, Sundance y otros festivales a lo largo de su carrera, y tiene en su haber películas de culto como el film de ciencia ficción social, El hermano de otro planeta, que se pudo ver en su día en el festival de Sitges y en Sundance. Entre sus últimos trabajos, lo que más suena es La tierra prometida.
Puede sorprender un poco que esté trabajando en el guión de la Parque Jurásico IV, pero, al fin y al cabo, el coguionista es el reciente ganador del oscar por Infiltrados, William Monahan, además en la tercera parte ya trabajó en su día Alexander Payne.
Pero no nos dispersemos tanto, volvamos a la película. No soy demasiado amigo de estas historias tan musicadas sobre guitarristas sureños, tienden a darle poca importancia al guión y demasiada a los momentos musicales. De entrada, sospecho, luego ya veremos. Cosa buena es que la película haya sido seleccionada también para el festival de Toronto.
Al frente de los actores tenemos al gran Danny Glover, un actor que no se ha caracterizado especialmente por sus acertadas elecciones, pero que tiene una gran personalidad y energía. Algunos de sus últimos trabajos son Dreamgirls o Manderlay. En ambas cumplía de sobra.
Con él, Lisa Guy Hamilton, una actriz que hace mucha televisión, pero que de vez en cuando se deja ver en pequeños proyectos como Nueve vidas.
Una película con buena factura, con montaje del propio Sayles y fotografía de Dick Pope, nominado al oscar por El ilusionista aunque para mi gusto otros trabajos suyos son muy superiores, como el de El secreto de Vera Drake. Atención al palmarés con Pope.
Si no se le va la mano con la importancia de la música en el argumento y en el metraje, podremos ver una película entretenida, interesante y bien realizada.