Crítica de la película X-Men: La decisión final por Iñaki Ortiz

Llega la tercera invasión mutante y a cada momento que pasa me da peor espina. Primero por lo más peliagudo, el anterior director, Brian Singer ha abandonado la saga. Recordemos lo que pasó cuando Tim Burton abandonó la saga de Batman, o no, mejor no lo recordemos. Singer estaba haciendo algo muy importante, estaba ofreciendo un tono serio, un tanto frío si se quiere, que conseguía un interesante equilibrio con esa desbordante patrulla X. Mucho me temo que el nuevo director se ha dejado tentar más por una puesta en escena más exagerada, buscando algo vistoso y consiguiendo la estética que tienen las malas adaptaciones del cómic.

Y de malas adaptaciones de cómic sabe mucho su guionista, Zak Penn, que es el responsable del petardillo de “Elektra” o “Sospechoso cero”. El otro coguionista, Simon Kinberg, tiene dos buenas machas en su expediente: “XXX 2” (le gustan las X) y la insoportable y estúpida “El Sr. Y la Sra. Smith”. Con estos precedentes nada bueno se puede esperar.

Más colorido, más rayos, más personajes... menos película. Creo que va a estar por debajo del nivel de las anteriores, que tampoco nos engañemos, no eran para tirar cohetes, eran correctas.

Lo peor de todo es que Singer ha renunciado a esto, no para volver a un cine más interesante (recordemos que sorprendió con “Sospechosos habituales”). La razón por la que no está es “Superman Returns”, película que a su vez debió dirigir Kevin Smith como única oportunidad de hacer algo bueno. Todo al revés. Los perjudicados: nosotros, el público. Y con esto movimientos también ha desaparecido del proyecto el director de fotografía, el compositor y algunos otros miembros del equipo. Pinta mal.

Esperemos un producto entretenido que acompañe bien a una buena ración de palomitas. Con eso será suficiente.