Que no sea capaz la industria de dar paso a nuevas intenciones y lo único que sepa es rescatar de vez en cuando conocidas realidades de la televisión americana, no es nada nuevo, pero puede que empiece a ser del todo preocupante. Kidman hace de todo, le da más o menos igual, véase "Las mujeres perfectas", pero todo tiene un límite, o no, pero estos subproductos no nos ayudan, y a los niños mucho me temo que tampoco.
No me espero más que cuatro movimentos de nariz, algura cara extraña y situación cómica de un tipo que a mí personalmente no me hace gracia (Will Ferrell) y una previsible receta de escenas ya acontecidas que terminarán en un final feliz lejos de mi intención de acudir a la sala.