Y otra película más o menos mediocre para la cartelera aunque con agallas. La temática de esta, con tipos duros y muy elegantes de más de mediana edad, y el tono de los guionistas de Sexy Beast, peliculón, viajan por el trasfondo de ese cine negro nuevo y moderno que ya ha cansado.
Que la película nos mantendrá alerta seguro y que los actores simplemente atraen el hecho de ir al cine también, pero esto no es suficiente, el regusto a film acabado antes de empezar tan enormemente pretencioso, consigue que un año más tarde de su estreno en me imagino Londres, no llegue con siquiera chispa a nuestras pantallas.
Ray Winstone (Al límite) tan duro en la pantalla como siempre, Tom Wilkinson (El escritor) y John Hurt (Los límites del control), tan soberbios como siempre pero para qué...porque al final uno se acaba preguntando si era tan importante el asunto en sí por el que se amenazaban con cara de dureza extrema y mucho glamour. Una forzada canallada de grandes que no vale demasiado más que para hacer algo standar.