Juanma Bajo Ulloa juega con el espectador toda la película, contandole un cuento de hadas moderno, incluida la moraleja en forma de críticas, muy vistas ya, pero con final muy diferente: Critica a la sociedad, la cual impone unos cánones de belleza que esclavizan a las mujeres, como en un primer plano de la campesina metiendose los dedos en la boca y echando hasta la primera papilla. Desgarrador. La interpretación de Muriel es maravillosa, transmitiendo esa inocencia y ensoñación que poco a poco va perdiendo por culpa de esas imposiciones sociales. Otra critica es para el cine comercial: “Nos convencen primero para que vayamos a verlo, después de que nos ha gustado y por último de que compremos el dvd”. El príncipe del cuento está representado por un guapo actor, al que una productora de Hollywood ha elegido para hacer una película de mucho presupuesto, pero guión pésimo. Bochornosa escena, no se a santo de qué, donde el supuesto príncipe, vestido al estilo medieval, escapa del rodaje a lomos de su caballo en busca de la campesina, porque se ha dado cuento de que la ama. Minutos enteros cabalgando por praderas y valles. Decepción absoluta en este tramo de la cinta.
Existen demasiadas casualidades en toda la proyección, que solo al final se explican, al estilo “El sexto sentido”, que dando un giro, transforma toda la historia, y te descubre que la protagonista no era tan tonta como parecía. Esta formula esta muy usada ya, aunque no deja de sorprenderte...
Dramática, pero esperaba algo mas de ironía y humor. En cambio las canciones elegidas me parecen perfectas y explican claramente el espíritu soñador y romántico de la protagonista, entorno a la cual gira toda la historia. Sabor agridulce al salir del cine, sabiendo que has visto cosas muy interesantes, sobre todo las interpretaciones, pero otras realmente reprochables, como el final, aunque arregla algo mucho peor, como hubiera sido un típico final “Pretty woman”, que a mas de uno hubiera dejado bastante indignado.