La película, sencillamente, es otra más de terror, al puro estilo débil español, sin demasiadas pretensiones y un golpe de efecto para la taquilla, mostrando a Ingrid Rubio ("Salvador" o "Tirante el blanco" entre otras), niña normalmente tierna, como la causante de todo.
Sinceramente el chasco es cosa de quienes esperan mucho más, pero en este caso, la historia típica de la maldad que nos rodea cerca, no va a ser camino de disgusto para los que deseen pasar un rato de divertimento sin más.
Una curiosidad es la presencia de Najwa Ninri ("Las vidas de Celia", "El método" o "Agentes secretos" entre otras), que dará algunos toques de fuerza interpretativa, pero el resto se presentará como un alarde de sustos de siempre, de caritas malas de la mala, y de música bien colocada para ayudar, puede que demasiado, a un espectador que en este tipo de películas pone más de su parte que otra cosa.
Me suele gustar al menos que me ofrezcan una razón convincente para ese rencor que acaba en extremo odio, al menos que intente desmarcarse como excusa en cierta enfermedad mental. Para mí sería más fácil.