Baile callejero dentro de una universidad, como excusa para enseñarnos los valores de la vida, no es lo que mas llama mi atención precisamente. La misma historia mil veces contada, con otro contexto y otras motivaciones, pero esencialmente, nada nuevo que aportar a nuestras mentes. Pasos de baile espectaculares, puede ser, pero miedo me da la trama que los entrelace.
Dirige Sylvain White, responsable de otro título de gran calidad como Siempre sabré lo que hicisteis el último verano. Apasionante.
En el reparto Columbus Short, que ya sabe lo que es menearse delante de una cámara como en Espera al último baile 2 o You got served, y la exuberante Meagan Good (Waist Deep).
Nada recomendable para aquellos que se quedan parados en las discotecas, porque seguramente, el ritmo desenfrenado y los atléticos movimientos, será lo mas destacable de una cinta sin mucha chicha. A mi desde luego, no me verán por las salas.