Pues no, los nombres propios tras esta Campanilla no son de relumbrón, precisamente. El ejemplo perfecto es su director, así que, sin más demora, vayamos con él.
Será fácil explicarlo: Bradley Raymond es el director de -atención-: Pocahontas 2, El jorobado de Notre Dame 2 y El Rey León 3. Todas ellas películas lanzadas directamente al mercado DVD. Todo secuelas tontunas, sin exigencias de calidad, de productos consagrados que pueden tirar de imagen para dar dinero fácil en el mercadillo de alquiler.
Ahora le encargan una peli más de dibujos, dicho tal cual: "Una más". No va a tener nada especial, más allá de que al ser un producto primero (es decir, esta vez no se trata de una secuela), es de suponer que los guionistas (entre los que Raymond se encuentra) y los técnicos habrán puesto algo más de cariño. Pero su carácter de película menor e irrelevante en el mundillo de la animación usamericana lo delata la ausencia de nombres importantes para dar voz a los personajes: Michael Sheen y Lucy Liu son lo más conocido.
En definitiva, ausencia de exigencias, ausencia de brillantez. Un producto fácil para niños. Sin historia.