Crítica de la película A history of violence (Una historia de violencia) por Hypnos

La historia de toda una perfecta máquina de matar que decide huír de la Costa Este de EEUU para empezar una nueva vida en un pueblo perdido de Indiana, que, un buen día, y por casualidades de la vida se ve obligado a matar a dos tipos malos, convirtiéndose en héroe americano, y saliendo su foto en todos los medios. Los chicos malos que lo buscan lo ven y van a buscarlo.

Desde luego este argumento parece más bien el de una película de Steven Seagal, y ya me gustaría leer lo que los teóricos de las casualidades en el cine escriben al respecto. Desde luego, no es éste el aspecto negativo de la película.

Cuando entré al cine me esperaba una película oscura, densa, con mucha atmósfera, con una dirección sucia, como es la que tiene Cronenberg…desapacible. Y creo que nada de esto lo he encontrado, o, al menos, en las dosis que lo buscaba.

Es cierto que Cronenberg rueda el sexo de una manera particular y aquí lo hace. Ése es el Cronenberg que quería. Porque la escena de la escalera me parece una de las mejores de la película.

Es cierto que la violencia vista desde la óptica de Cronenberg es diferente, y por eso me gusta la escena inicial, con ese maravilloso plano secuencia con el que arranca la película, y la escena del tiroteo en el café.

Todo esto es lo que me esperaba y eso me ha gustado mucho.

Pero lo que no me ha gustado es la estructura general del guión. Me parece que la presentación, tanto de Tom, como del pueblo, como de su familia, es excesivamente rápida y corta. Eso sí, con buena elección de planos para que te quedes con los detalles que Cronenberg considera importantes. De repente te saca un plano del buzón de fuera de la casa, apenas dura unos 5 segundos, pero hace que te quedes con el apellido. Pero no me parecen sutiles, brillantes, artificialmente dispuestos para lo que luego va a venir.
La historia de instituto del hijo tampoco me ha gustado. Pero era necesaria para mantener la discusión en la que le da una bofetada su padre, que provoca su cabreo y que se vaya de la casa, para que así el personaje de Ed Harris lo secuestre y negocie.

Y lo peor de todo es que creo sinceramente que la película podía haberse hecho mejor. En fin, entendedme, mejor con respecto a mi forma de ver el cine. ¡Qué magnífico hubiera sido si Cronenberg hubiera rodado la muerte de Ed Harris y sus secuaces desde el punto de vista íntegro de su mujer, a través de la ventana, sin oír lo que oímos, manteniendo la ambigüedad!

A partir de ese momento, además, del polvo en la escalera, me parece que la película entra en barrena. La llamada de su hermano…16 horas conduciendo hasta Philadelphia…matando a todo quisqui en la mansión de su hermano…el momento Coen del hermano cogiendo las llaves y dejando de apuntar…Mortensen limpiándose la sangre en un lago cuando estaba dentro de una casa con el baño a mano…En fin, que me parece que esos momentos son de cómic o de novela gráfica de “Juez Dredd”.

Y la película, no obstante, se cierra con un bello final. Una muy buena escena, que parece filmada por el mismísimo Shyamalan.

¿Y si se hubiese acabado con ese polvo en la escalera? Nunca he visto una metáfora mejor que cristalice que la violencia se puede transmitir con facilidad.

De los actores me quedo con algunos momentos de Mortensen y el aspecto visual de Ed Harris. Maria Bello creo que sólo da la talla en las escenas de… ¿cama?

Podía haber sido un peliculón, quizá de los mejores del año, pero se ha quedado lejos. Un cuatro bajo.



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