Es posible que estemos hablando del salto cualiativo del joven realizador Gonzalo López Gallego, después de Nómadas o Sobre el arcoiris como ejemplos, tratando de demostrar ahora ya con muchísima más capacidad de medios, que los mimbres son necesarios pero con talento e puede sorprender. Sí, es una película que creo va a sorprender a propios y a extraños. El terror, o el suspense, se está tratando de mover hacia lugares menos convencionales, menos repetitivos, y este puede ser un ejemplo muy válido.
Las típicas películas de la industria estadounidense han conseguido muchísimo desinterés por parte de un público no emocionado con el género del miedo, pero que le tenía simpatía, ahora es Europa quien tiene que enderezar el mastil para guiar hacia este mundo particular del cine las miradas ya perdidas, mientras el cine independiente del otro lado del océano trata de lograr más vísceras, en Europa se están plantado bases más sólidas y ricas en historia y simplemente belleza de imágenes y emociones.
Es muy posible que estemos ante el puro suspense sin chorraditas y entretenimientos de mujeres bellísimas con poca ropa, o sin el lucimiento del héroe guapísimo y cachas desde luego, para dejar fluir una historia ante todo real, intensa, atrayente y aún conociendo el invento de sus minutos, tremendamente sana a la hora de captar nuestra atención en la pantalla. Porque lo que este género no necesita es falta de realidad.
Leonardo Sbaraglia (Concursante o la próxima Diario de una ninfómana) es el tremendo protagonista dispuesto a ejercer de cara principal junto a la bella María Valverde más humilde en su filmografía después de Ladrones o Los Borgia. Un actorazo para llevar el timón y una aspirante muy a la altura para ayudarle. No creo que decepcione, es lo que parece, una película de suspense y tensión, para qué más.