Crítica de la película The Visitor por Beiger

Confieso que el otro día ví el trailer de ésta película. En precríticas solemos tratar de evitarlos, sobre todo cuando nos interesa la película. Pero como yo ni sabía qué película era me lo tragué enterito. No pudo darme más mala espina: planos de casa vacía, cuarentón solitario, irrupción de inmigrantes con marcado estilo tribal, cuaretón tocando tambores, frases de "camino a la felicidad" y un tufillo indie por todos lados (participación en Sundance y varios premios incluida).

El gran cine independiente, ese que luchaba por contar historias para las que el mainstream no les daba dinero, ha muerto. Hasta la Warner, un gran filtro de qué y cómo se pueden contar las cosas, tiene su Warner Independet Film. Lo independiente es una marca, un estilo o un género, como bien apuntaba mi compañero Sherlock en su precrítica de El luchador. Aquel que vaya a ver ésta película, tiene que tener claro que los indies opinan que su trabajo de ocho horas en una oficina es una mierda, y que lo que hay que hacer es pasarse el día tocando los bongos por ahí.

Tras ésta primera impresión horrible, me fuí a internet a echar un vistazo sobre la película. Resulta que está dirigida por Thomas McCarthy cuya primera película fue Vías cruzadas, una película coral e independiente que me gustó bastante. Resulta también que debe de tratarse de una de esas películas en las que la clave no esta en qué cuenta (lo de siempre) sino en qué transmite (alegría, esperanza...) un poco en la linea de Slumdog Millionaire.

¿Debería guiarme por mi instinto? ¿Debería dejarme llevar de forma gregaria y borreguil por lo que la mayoría dice? He aquí mi última gran duda. Sea como fuere, querido lector, si vas a ir al cine a verla que sepas que te vas a tragar una película indie en toda regla. Indie en temática, indie en las formas e indie en sus premios.

Aún y todo, y pese a sus riesgos, creo que puede ser una buena forma de pasar la resaca post-oscars.