Esta película llena de curiosos homenajes, como Norman de Psicosis en la gasolinera con ancianita en la ventana, ese homenaje al cine con la sala llena de público encerado por la película, ese Blair Witch Proyect en los primeros momentos de película, no deja de ser un experimento más o menos agradable cuando en su propio género se pierden la pista continuamente hacia salvajadas sin sentido y asesinos poco firmes.
Partiendo de la base de ese cine de terror más moderno en cuanto comienza la acción resulta muy soportable incluso atractiva, pero los primeros 45 minutos soporíferos de tienda de campaña son horribles y fuera de lugar.
Después intercalar una serie de acciones violentas y con sangre junto a unas peleas más o menos reales, unas reacciones de los perseguidos más o menos dignas y un par de mujeres de pechos y cuerpos envidiables dan como resultado una película más o menos decente y bien lograda con esos tremendos detalles de partición de los siameses que incluso resultan un poco excesivos pero recurrentes. Esa casa en llamas. En el final, incluso la necesaria explicación del señor Sheriff no es demasiado nauseabunda y también se agradece. Aún se permiten el detalle del tercer hijo. Completa.