Como suele suceder con gran parte del cine que se hace en España, sin apenas ruido, se ha colado este film llamado Los niños salvajes, que cuenta con la vitola de ser la película estrella de la última edición del Festival de cine de Málaga. En dicho festival se hizo con la biznaga de oro que reconoce a la mejor película del festival, así como el premio al mejor guión y al mejor actor y actriz de reparto. Vamos, que arrasó.
En definitiva, se trata de la última película de Patricia Ferreira, una muy interesante directora de nuestra cinematografía, de la que me quedo con Para que no me olvides, película protagonizada por Fernando Fernán-Gómez y en la que también aparecía Marta Etura. Con su ópera prima, Sé quien eres, estuvo nominada al Goya a mejor dirección novel en la edición de 2001, en el año de El bola y, casualidad, compartiendo candidatura con Daniel Monzón, con su El corazón de el guerrero y que luego obtuvo el reconocimiento con Celda 211.
También Patricia Ferreira se atrevió con El alquimista impaciente, basado en la novela homónima de Lorenzo Silva, con varias nominaciones a los Goya también. Con todo, nos encontramos con una de las directoras más interesantes de la cinematografía española actual pese a no tener el cartel de otras mucho más sobrevaloradas y desgastadas como la inefable Isabel Coixet.
En esta ocasión, Ferreira, que también cuenta con experiencia en el mundo del cine documentall, se adentra en el mundo de los adolescentes. Un tema muy manido y del que uno agradece que cuando lo tratan se alejen de los lugares comunes. Creo que esta película sí que tomará partido, incluso social y político, pero arriesgándose a intentar desentrañar los misterios, ya no de la adolescencia en sentido general, sino de esta concreta generación de adolescentes que tan lejana parece incluso para los que no les sacamos demasiados años.
El trabajo de actores será magnífico y veremos nuevos rostros que habrá que memorizar de cara al futuro más reciente.
Una nueva muestra de cine catalán que tan buenos réditos está dando y tantas sorpresas.