La sensación que le queda a uno tras ver la película, es la de que Fernando Trueba ha desfallecido ante la novela. Me explico. Como el propio Trueba se encarga de decir, en la novela encontró mucho cine antes de terminarla siquiera, pero quizá lo que no encontró es el sentido cinematográfico del conjunto. Cuando uno ve su baile, descubre las escenas más cinematográficas de la novela, pudiendo señalarlas con el dedo, pero echa de menos que, fuera de esas escenas, lo que prime sea, no ya la novela en su espíritu, sino los recursos propios de la misma.
Esto es lo grave desde un punto de vista cinematográfico, que Trueba no ha sido capaz de traducir la novela al lenguaje cinematográfico, quedando una novela adaptada, con todos sus altibajos. Quizá el cénit de lo que digo se encuentre en la tan comentada, por lo mal utilizado del recurso, del diálogo de voz en off entre el personaje de Darín y el de Ariadna Gil en el reencuentro entre ambos.
Todo lo que se refiere a la dirección está con brocha gorda, no hay ninguna escena redonda, porque incluso la escena en la que el protagonista va a buscar a Victoria al cine X no emociona visualmente, no logra convertir en poético la utilización del caballo en el asfalto, y sólo es la música la que consigue a uno sacarle del sopor en el que va meciendo el pasar de metraje.
El personaje principal resulta cargante, y casi hasta apetece que lo maten, claro que tampoco se entienden los motivos del personaje "fugado" de la cárcel para asesinarlo, si no fuese por hacerse con un dinero que no consigue. No termina de quedar bien trazada la evolución de Darín, que está llamando a las puertas de convertirse en el sustituto de Luppi. Y Ariadna Gil, con sus breves apariciones no logra nada. Ni el realismo mágico pretendido, ni el toque almodovariano de la belleza del baile, ni lo berlanguiano de la mezcla de personajes en la prueba de baile por asalto, ni los momentos de comedia más de Trueba consiguen evitar que la película sea anodina de principio a fin, y que la frialdad más absoluta nos invade. No emociona.