Guy Ritchie es, además del director de este nuevo Sherlock Holmes, el responsable de Lock & Stock; Snatch, cerdos y diamantes; Revólver, o la más reciente Rock'n'Rolla. Las cito de corrido, a todas ellas, para hacer notar que son películas de gangsters de medio pelo de los bajos fondos londinenses. Sin excepción (olvidemos aquella incursión en el cine "de náufragos" a mayor gloria -y mediocridad- de su por aquel entonces esposa Madonna).
Estoy convencido de que ahora que se enfrenta a un film de ambientación histórica y protagonizado por un personaje del que todo espectador tiene una imagen más o menos formada, Ritchie no va a modificar un ápice su estilo. Holmes se moverá en los bajos fondos como pez en el agua, se meterá en una y mil peleas, el guión destilará humor en sus frenéticos y absurdísimos diálogos y todo eso que ya hemos visto en Snatch y en todas las demás.
¿Cómo casa esto con Sherlock Holmes? Pues los puristas se tirarán de los pelos y los demás... ya veremos. No acabo de ver a Downey Jr (por muy actorazo que sea, que lo es; un crack) como Holmes. Pero el talento está para reventar prejuicios. También me resulta extraño imaginar a Jude Law como Watson cuando uno lo ve más idóneo, precisamente, para ser Holmes. Pero repito lo del talento y los prejuicios. El problema está en lo que haga Guy Ritchie con ellos.
Dicho esto, a estas alturas de la película, no confío en que Ritchie firme nada demasiado brillante. Seguramente la película sea una soberana tontería, aunque todo apunta a que hará buena taquilla. Creo, apostaría, que ni siquiera conseguirá el señor director eso que podríamos definir como "una buena peli". Eso sí, con todo y con eso, incluso aunque le saliera una barrabasada, estoy convencido de que por una cosa o por otra (incluyendo el más tremebundo de los ridículos en el abánico de posibilidades) la película va a ser realmente divertida.
Por eso, aunque piense que hay muchas opciones de que no haya por donde cogerla, no pienso perdérmela.