Mi primera intención era olvidarme de la película original,
intentar analizar esta película como un no remake, como una
revisitación, como un producto aparte de su original. Y sí,
esta era mi intención hasta que me doy cuenta que esto no es
posible, y sí lo hubiese sido si desde la película se me
hubiese reafirmado esta idea.
Ya que estamos ante lo de siempre. Para lo que interesa al
director es un remake, y para lo que interesa también es una
revisitación. No cabe duda que Jude Law y Michael Caine son dos
tipos bien distintos, y me hubiese gustado, entonces, que los
hubiesen tratado como tales. Que hubiesen cogido el guión
original y lo hubiesen rehecho de arriba a abajo para adaptarlo
al nuevo Alfie.
Y no, lo que me he encontrado ha sido un remix del guión
original. Una especie de remontaje que lleva los más de 120
minutos originales a los escasos 100 de ésta. Se han ahorrado
algunos personajes, fundiendo unos con otros, y todas las
novedades que se han introducido tienen que ver con lo peor de
la película: la moralina. Y es triste que 40 años después se
revisite una película y un singular personaje para trufarlo de
pepitos grillos, de inyecciones de moralina y de sedantes
mentales. Lo que en la anterior era original, entre líneas y
magistral; aquí se convierte en torpe, repetitivo y mediocre. Y
lo que es más curioso aún es que tras recortar cerca de media
hora de metraje nos encontremos con que la película resulta
aburrida en su tramo final, debido en gran medida a esa
repetición del mensaje, a esa doctrina que tienen muchas cintas
norteamericanas de segunda del "mensaje mascado".
Y es que la conclusión a la que llego es la de siempre
también. Nos encontramos ante el típico remake a la americana.
Se coge una película buena europea o no americana y se adapta a
su cultura. Cogemos a Alfie y lo llevamos a Nueva York para
construir una película muy neutra en lo que a su aspecto urbano
se refiere, ya que, paradójicamente me parece una película muy
poco neoyorkina, al contrario de la original que sí que era muy
londinense. Y de la mano llegan también el doctor gay, el
componente interracial y las relaciones con mujeres (ojo, las
que no estaban en la original) que se asemejan más a un
capítulo de "Sexo en Nueva York" que a otra cosa más elaborada.
Y yo me cuestiono, incluso, ¿qué más dará que Alfie sea inglés
en esta película? Y hacerte esta pregunta es ya el colmo.
Y otra tontería: ¿por qué intercalan la voz en off con la
narración directa de Alfie? En la original no lo hacían, y el
hecho de hacerlo me parece algo muy poco original ya que es más
fácil poner una voz en off que proseguir con esa narración en
vivo. Falla hasta en uno de sus puntos fuertes esta
revisitación.
Jude Law está magnífico en su papel, no me cabe duda, pero
lástima que no le acompañe el resto de la película en la que se
salvan las interpretaciones de Susan Sarandon y de Marisa
Tomei, al igual que alguna otra escena como la de la compra del
ramo (por citar escenas que no están básicamente calcadas del
original). Todo lo demás que se ha querido innovar, como el
personaje de Pepito el Grillo, el viejo del baño; la subtrama
del asiático de las limusinas; o la narración "pop-art" de la
relación entre Alfie y la borracha rubia, apestan. Al igual que
el nuevo monólogo final de Alfie junto al río, que ha perdido
toda la fuerza del original.
Sin gas.
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