De principio, me ha parecido la típica comedia americana, que iba a mezclar burdamente las tramas de Matrimonio de conveniencia y Tango para tres, para crear una cinta con los mismas situaciones de siempre, simples carcajadas inevitables y una moraleja final con un tufillo que apesta. Pero al final, me ha entrado, no curiosidad, porque se que podré vivir sin ella perfectamente, pero si la sensación que quizá no sea tan típica como pienso. Pero aun así, tengo mis grandes dudas al respecto.
Y es que echado un vistazo, me he encontrado en el guión con unos nombres la mar de interesantes. Alexander Payne, director y guionista del gran éxito Entre copas, Apropósito de Schmidt o de uno de los segmentos de la preciosa Paris je t´aime. Jim Taylor, que ha trabajado con Payne en las citadas Entre copas y Apropósito de Schmidt, además de Parque Jurasico III y Election. Y Barry Fanaro, cuyo único trabajo a destacar, pero mas que suficiente creo yo, han sido varios episodios de Las chicas de Oro. Con este bagaje, resulta complicado pensar que se limitarán a gags manidos, pero nunca se sabe hasta donde compra el dinero.
El director, Dennis Dugan, tiene otras comedias en su haber como Seguridad nacional, Los calientabanquillos, Un papá genial o Este chico es un demonio. He de reconocer que con estas dos últimas, he disfrutado y reído a gusto.
En el reparto, la cabeza visible es Adam Sandler (Spanglish, El clan de los rompehuesos), que esperemos que no siga acartonado como en Click y retome su chispa. Pero tiene otros muchos nombres concocidos. Dan Aykroyd (Los caraconos), Jessica Biel (El ilusionista), Ving Rhames (Misión imposible III) y el eterno secundario y genial Steve Buscemi (La isla, Big Fish).
No va a ser una gran película, eso seguro. Pero puede que tenga ese sarcasmo o esa frescura en la historia, y que las carcajadas del público no se reduzcan a ser por chistes tontos, sino a verdaderas escenas cómicas. Pero es que ultimamente, estos títulos parecen todos cortados por el mimo patrón. Puede que sorprenda, pero no las tengo todas conmigo.