Este film me suena a buenas intenciones, ordenadas y con sentido, pero con poco efectismo y un personaje lejos de embriagarnos, supongo que lo real es que deseamos ver sus ojos vivos y su bigote sin alma tras la cámara pero se va a diluir porque los acontecimientos que le retratan le van a superar, como en el cine europeo en el que la fama de los actores termina por estar por debajo de las historias.
Tengo poca fe y a los veinte minutos es probable mi decepción. Es una película triste y debiera de ser colosal o al menos tremendamente señorial.